CUENTOS QUE NO TIENEN CABIDA

CUENTOS QUE NO TIENEN CABIDA
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CANTOS DE ROMANTICISMO, SURREALIMO Y EXISTECIALISMO

ENSAYO Y CRÍTICA

Los Cantos de Maldoror abarcan tres corrientes importantes, el Romanticismo por la individualidad y la tragedia que enmarca cada verso, el surrealismo con que la situación y la poesía evocan a la muerte y a la realidad, y al existencialismo que reniega de dios y enaltece a la razón, sin embargo es la crítica cruda con que a la sociedad repudia, por ser cerrada y tradicionalista, es porque a punto de entrar a un nuevo siglo, es decir, al siglo XX, toda creencia en Dios pierde sentido , en gran parte por los filósofos de la época, que entre ellos, Friedrich Nietzsche, anuncia que Dios ha muerto, por otra parte el Conde de Lautréamont alude a lo mismo , sin embargo ,él trata la dualidad, la doble moral e incluso la hipocresía de la que las personas hacen uso para hacer de la divinidad un privilegio con lujo de lucro, tontos son los que siguen creyendo en dios y en la iglesia, los que de manera inconsciente todavía creen en el cielo y el infierno, que el bien representa a dios y el mal al diablo, es en esta parte donde el poeta maldito evoca las mas aterradoras acciones del mal, demostrando así que el hombre es una contradicción total , nada proviene de dios o el diablo, ni tampoco si nos portamos bien iremos a cielo ,o de lo contrario al infierno, el siglo XIX termina con la duda de donde provenimos, cual es nuestro origen, cual es nuestra existencia, habiendo matado a dios y liberarnos de lo hilos que nos convertía en su títere, la respuesta es que el hombre es bueno y malo a la vez, existen corderos y lobos, Así como Erich Fromm describió al ser humano en El Corazón del Hombre.

Siempre que me pongo a pensar en el surrealismo, pienso en la trasgresión que esta corriente provocó y sigue provocando en la sociedad, con los Cantos de Maldoror vuelvo a encontrar la misma intensión y aunque su mismo autor advierte que la pensemos dos veces antes de leer los cantos, la verdad es que siendo tan fuertes sus palabras y argumentos llegan a abrir los ojos y a atacar a la sociedad de aquella época que desafortunadamente es todavía semejante a la actual, el ojo que todo lo ve, que todo critica, el símbolo del surrealismo, como en el filme de Luis Buñuel Un perro andaluz, se hace presente y se impone como una especie de dios que vigila a la sociedad y se encarga de demostrar que el surrealismo no esta tan lejano al realismo de la sociedad en que se vive, un claro ejemplo es la película Los Olvidados, en la cual podemos deducir que en la primera mitad del siglo XX le llamaban surrealismo a la realidad que no se quería ver, el surrealismo, no es más que un realismo, solo que es tratada como la locura, puesto que la locura es la verdad que incomoda.

Tales verdades como la pobreza, la homosexualidad, el nihilismo, la estupidez humana, el ateísmo, así como ideas del superhombre junto con el psicoanálisis vinieron a cambiar el mundo a inicios del siglo XX, Los Cantos de Maldoror son solo el inicio de lo que le deparaba al mundo con las vanguardias que aportaron al mundo una nueva visión, de la cual los cantos del Conde de Lautréamont fueron el punto de partida, no por nada, los surrealistas rescataron y valoraron este libro.

Sentimientos como la soledad, el odio y la maldad emanan del sentimiento más profundo del autor para expresar su más grande desprecio por el la humanidad, aquella que permanece ciega, la cual hasta apenas unos quince años José Saramago describió como personas que pueden ver pero, sin embargo son totalmente ciegas, poco observadoras ante el mundo que los rodea, aquella humanidad que no es optimista y deja la solución del problema a las fuerzas progresivas de la sociedad.

Como no partir del romanticismo, si es en esta corriente donde la fuerza de la pasión supera a la de la razón, y se despierta la noción de preocuparse por conocer la historia y las raíces de un uno mismo, considero que este fue el aspecto fundamental para que los Romancistas empezaran a preocuparse por la existencia y a descubrir que somos dueños de nuestros propios sentimientos y pasiones, tanto la alegría y el odio, la venganza y el amor son innatos a nuestra humanidad, y ahora sin un dios que nos frenara o nos pusiera limites, el hombre del siglo entrante se imaginó al mundo como suyo, se sintió capaz de dominarlo, ahora él era dueño de su vida, de sus actos y sobre todo dueño del mundo, sin embargo, nunca falta el vivo que toma la razón humana y malinterpreta todo a su conveniencia, no por nada el sistema capitalista venia empujando con gran fuerza ante todos los aspectos de la sociedad, y el concepto de Superhombre pasa a tornarse real, cual el nuevo pensamiento existencialista hacer ver a los seres humanos que somos dirigentes de nuestro destino y sin tener miedo a un dios que nos observe, el poder del hombre pesa más que nada en el mundo, sin embargo después esta idea se reprimió condenándonos al conformismo y a la mediocridad debido a la imagen burda que dieron después al ideal del superhombre como un ser cuyas fuerzas extraordinarias nos salvara de la destrucción del mundo, el ejemplo más claro es superman, un dios mediático y atroz , casi preferiría volver a creer en la misericordia del Señor y de la salvación por la cual su hijo Jesús vino a esta tierra.

El Existencialismo, además de hacernos darnos cuenta que el libre albedrío nos acompaña, también nos hizo ver que tan malvados podemos ser, que tanto puede nuestro egoísmo y ansias de poder provocar mal y miseria a nuestro propio planeta y humanidad, prueba de ello , la lucha por la superioridad y por la mayor parte de territorios en el mundo, puesto que, se creían dueños del mundo, a tal grado de pensar tener el derecho de poder repartirse las tierras de los continentes como si fuera un gran pastel, que aun comido no satisfaciera el hambre de las grandes potencias, y de las brillantes mentes que las dirigían. Solo basta retroceder al siglo XX apenas iniciada su década de los veinte y desentrañar los principales motivos que desencadenaron las dos más grandes guerras de la humanidad, las guerras mundiales.

De mi criterio resulta del texto de Los Cantos de Maldoror una crítica positiva, puesto que el libro posee una redacción atractiva, una poesía maldita que afortunadamente trascendió desde el primer momento de su publicación, dicho texto viene a cumplir perfectamente su función, la cual no sé si es la que su autor quería provocar consiente o inconscientemente en sus lectores, que es sentir la necesidad de volver a buscar la real libertad, romper las cadenas de la opresión y de la inconformidad que azota esta sociedad por medio de la trasgresión y al no sometimiento de ideas anticuadas que aún persisten en cuanto a la religión y la existencia humana, por medio de la verdad, que ante sordos que en realidad no quieren escuchar, es necesario incluso como ellos lo llaman, blasfemar para que volteen la mirada, te señalen con el dedo y te consideren un peligro para la humanidad, ¡Que terrible contradicción!

El libro representa las tres corrientes más importantes del siglo XIX, Los Cantos de Maldoror, a la vez son cantos de Romanticismo, Surrealismo y Existencialismo porque en sus líneas invoca la incertidumbre que las emociones y pasiones provocan en el corazón(sin razón) y la razón del ser humano, del cual se desprende odio, odio y tragedia, así como las novelas románticas en la cual el villano es malévolo y su principal función en la vida es hacer sufrir al bueno, quien a su vez trata de desprenderse de las garras de su opresor anhelando encontrar la verdadera libertad, puesto que vive en una realidad atormentadora y pide a gritos que la humanidad despierte del sueño eterno, del sueño que ciega y se enfoque a encontrar la respuesta en el psicoanálisis y el significado de los sueños de la mente humana, no de la mente de Dios, en la cual no hay cabida para el surrealismo y menos para el existencialismo, que es sin duda alguna sinónimo del humanismo.

El ser humano es dueño de sus actos y depende de el mismo dirigir las consecuencias de sus actos y pasiones, sin embargo es también su función, combatir los fantasmas del conformismo y mediocridad para poder reivindicar el pensamiento humano que las personas que crecieron con el siglo XX nos legaron para poder hacer posible el ciclo del eterno retorno.

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HERNÁNDEZ LUZ RAÚL JONATHAN

ENSAYO/CRÍTICA 2011

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