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sábado, 12 de junio de 2010
RECORTES DE UNA VIDA ANONIMA CAPITULO 3 "CRONICAS DE UN VIAJE"
CAP. 3 CRONICAS DE UN VIAJE.
LUNES
“Parece que todo se dio en automático, como un efecto domino, así como viene el amor sin anticipación, como un efecto domino, mira hacia donde te llevo, como un efecto domino”…Esa era la estrofa que JONaZ escuchaba mientras se abrían las puertas del metro para poder acceder y seguir marcando una nueva rutina en su vida; la cual era de todos los días: Viajar hacia dirección Ciudad Azteca y bajarse en la estación Nezahualcóyotl , pero nunca se había percatado de todas esas crónicas que los viajeros anónimos que abordan el metro día a día esconden, porque no conocer todas esas interesantes historias, todos tenemos algo que expresar, mientras pensaba eso, JONaZ se detuvo leyendo la publicidad que hay en el metro, los grafitis en las ventanas y en las puertas que contienen leyendas y fechas que hace algunos años atrás escribieron otras personas; claro, ¡todos tenemos algo que decir! JONaZ sonrió por un instante y al poco tiempo esa sonrisa se borró de su rostro al notar que por un instante se hubiera pasado de estación.
MIERCOLES
Después de un día lluvioso que causo que el metro suspendiera sus servicios y poner a la gente de mal humor, JONaZ no pudo hacer otra cosa que esperar; se quedó pensando en aquella tarea de la materia de Ciencia Política que le parecía muy estúpida; han de creer que aquel profesor pidió que se leyera el libro del Principito, que libro tan mas infantil para el grado Universitario que cursaba JONaZ.
Pero nunca juzgues algo sin antes conocerlo, de pronto se encendieron las luces del metro y se puso en marcha; solo faltaba una estación para que JONaZ llegara a su destino, pero siempre se distraía observando el paisaje que por lo menos el metro que viaja por lo alto te brinda, conocer nuevos lugares, bueno solo era el Estado de México; ¿Qué de hermoso ha de haber ahí verdad?, no era eso, si no que JONaZ se asombraba por todo lo nuevo que sus sentidos pudieran captar; -como desearía nunca haberla perdido- escucho JONaZ de lejos.
MARTES
Otro día de camino a la escuela, un día de esos en los que todos son felices excepto SaBa, un niño incomprendido y definitivamente contradictorio, de esas personas que suelen estar felices pero en el fondo enojadas; que quiere mucho a una persona pero se lo demuestra de la manera más cruel posible ,es del tipo de personas que hacen lo posible por llamar la atención, sin embargo habla con un timbre de voz muy bajo, que puede estar rodeado de muchas personas que lo estiman y aun así suele sentirse solo, ¿Que contrariedad no?, lo bueno de SaBa es que ya tenía claro que así era el, ese sentimiento que a muchas personas pudiese hacer desdichadas por no encajar era lo único que hacia feliz a SaBa; era el sentimiento de ser diferente.
Todos los días entre el intermedio de clases que es como por las ocho de la noche, fuera del salón ya a punto de obscurecer, lo único que lograba hacer feliz a SaBa era que por fin había encontrado un lugar donde comprar esos deliciosos “chetoos piratas” (como los nombro un compañero de su escuela), los cuales eran su vicio desde que ingreso a ese plantel y que por última vez había probado en casa de su mejor amiga con la que tenía muchas cosas en común y compartían todo pero de eso ya hacía varios años, ahora fumaba solo en la esquina del barandal, acostumbrado a fumar con alguien siempre y compartir el vicio del tabaco, idea que a SaBa lo entristecía.
JUEVES
Ese día Raúl llego a su salón de clases, ubicado en el edificio A6, en el tercer piso, en el salón del fondo, el salón A628 y saludo a sus compañeros de clases; entre ellos a la que más les hablaba se encontraba Miriam, quien también estudiaba en el CCH sur y por ironías de la vida era amiga de una amiga de Raúl y por consecuente se habían visto antes por que tenían un amigo en común, p se conocían muy poco; por otra parte estaban otros compañeros organizando salir un rato a echar al desmadre, desde que se les pasaba la idea por la cabeza era como si la decisión ya estuviera tomada y efectivamente así era.
Después de ya haber ido anteriormente a bares de mala muerte con sus “nuevos amigos” supo en primera instancia que ya no sería lo mismo que con sus mejores amigos, algo era diferente, la confianza no fluía del todo; pero eso si Raúl no volvería a cometer el mismo error de antes, no volvería a encasillarse para que todo su salón no le hablara y lo ignorara.
Después de una tarde de pasar un buen rato, la noche caía y de pronto se vio parado en la entrada del metro, el cual ya había cerrado y era su único medio de transporte que lo llevaría de regreso al lugar donde solo iba a dormir pero no era su casa.
VIERNES
Mientras oía la canción de “Sanitarios” en el iPod y camino a su casa, JONaZ me contaba de que se trataba el libro del Principito, por fin entendí que ese libro nos hablaba de algo muy importante en nuestras vidas; el autor nos trata de dar a entender que mediante las personas van creciendo también van perdiendo la capacidad de asombro y olvidan muchas cosas, cuando me cayó el veinte por así decirlo interrumpí a JONaZ y le dije: tienes toda la razón; tu JONaZ eres como el Principito que con un dibujo de una caja con agujeros te asombras de que ahí adentro se encuentre un cordero, mientras que SaBa se reía y se burlaba de la plática entre JONaZ y yo.
Raúl se quedó callado en ese momento, contemplando en su mente la idea de que sus amigos estaban creciendo y les empezaría a dar un ataque de amnesia que les provocaría olvidar, ¿así será?
La vida es una contrariedad, de alguna manera la filosofía había forjado mi vida por que el equilibrio de mi ser se divide en tres, entes JONaZ, Raúl y SaBa los cuales tenían miedo de su nueva vida, sin embargo su carrera los alentaba a proseguir, tres personalidades en una misma persona, uno era pensador, creativo, inteligente; otro era divertido y loco y el otro era simplemente el mismo.
EL metro cerró sus puertas y siguió su curso hasta la última estación.
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