Me encuentro en el Centro de Tulyehualco, lugar donde se
realiza la 127 edición de la Feria de la Nieve
que se llevó a cabo del 2 al 10 de abril, Al caminar por la feria, uno
se da cuenta de su crecimiento y la trasformación a través de los años gracias al
ingenio de los productores de nieve de Santiago Tulyehualco.
Pero no todo en esta feria son nieves, también se pueden
encontrar puestos de comida, alegrías, pulseras, globos, tatuajes y música.
La Feria de la Nieve cuenta con infinidad de sabores, los cuales
abarcan desde los clásicos como: limón, queso, vainilla, chocolate, fresa,
entre otros, hasta sabores “exóticos” como de nopal, piel de víbora,
hierbabuena, mole, mazapán, epazote. Asimismo se cuenta con sabores envinados
como Tequila, Vodka, Cerveza, Gusano de Maguey, entre otra variedad de sabores
cuyos nombres causan curiosidad.
Pese a la gran cantidad de sabores existentes, la
elaboración de la nieve es la misma; primero se hace un licuado, es decir, se
combina la leche con la fruta o cualquier otro ingrediente, luego se pone en un
bote de aluminio, el cual a su vez se coloca en otro pero de madera y se le
coloca hielo con sal para que “cuaje”, para ello se gira de derecha a izquierda
hasta que tenga la consistencia deseada.
La feria de la nieve tiene sus raíces desde la época
prehispánica. Los primeros xochimilcas le daban un sentido religioso, pues sólo
la podían consumir los sacerdotes y los grandes señores.
El hielo era traído desde los volcanes Popocatepetl e
Ixtacihuatl, para lo cual se empleaban 2 días. El primero para el trayecto de
Santiago Tuyehualco a Chalco donde los xochimilcas pasaban la noche; a la
mañana siguiente salían rumbo a los volcanes.
Para trasladar el hielo, se utilizaban sacos de pieles en
donde era puesta y cubierta con fibras de ixtle que la protegían y evitaban que
se derritiera, posteriormente sacaban cuidadosamente el hielo para picarlo y
finamente lo endulzaban con miel de tuna o miel de maguey. Llenaban vasijas de
barro para transportar la nieve en canoa hacia el mercado de Tlatelolco.
La Feria de la Nieve fue evolucionando y así en 1885, las
familias que vivían en Santiago Tulyehualco retomaron esta tradición, la cual
fue instituida en 1529 por Fray Martín de Valencia, uno de los primeros
misioneros que llegaron a la Nueva España. En aquel entonces, la feria tenía
una duración de sólo 2 días a diferencia de este año que consta de entre 180 y
200 puestos, pero , para llegar a un acuerdo sobre la logística de la feria, la
cual es integrada por familiares, se cuenta con una mesa directiva que se
cambia cada 3 años, la cual se elige por votación y consta de 3 personas,
presidente, secretario y tesorero además de contar con el apoyo del Gobierno,
ya que les otorga 3 mil metros de lonas y botes de basura, además de encargarse
de la realización de eventos artísticos y promoción.
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